¡¡Hola!!
¿Qué tal hemos terminado noviembre? Por fin estoy de nuevo aquí, con muchísimas ganas de de volver a escribir y tener esto al día. No pensé que mi ausencia se fuese a hacer tan larga, pero 3 semanas de exámenes con uno cada día, por no decir la cantidad de trabajos que nos mandaban para rematar (por si nos quedaba algo de tiempo libre). Bueno lo mejor es que he vuelto y para quedarme hasta la siguiente época de exámenes que no será hasta marzo (a partir de marzo ya veremos, no quiero adelantarme a nada así que espero que pronto os cuente alguna novedad de lo que pasa a partir de marzo....).
Ya os he comentado más de una vez que pienso llevarme conmigo las recetas de mi madre allá a donde vaya, pues bien, esta receta es de esas que ella hace sencillas y que además nos gustan a todos!! Os diría que es mi plato favorito pero es que es raro lo que a mi no me guste (es muy difícil elegir entre todas esas cosas buenas!!! Se trata de unas albóndigas con salsa de esas que reconocería el sabor y el olor entre mil y que son recuerdos de la infancia. Os pongo la receta que seguro que más de uno guardará en su recetario.
INGREDIENTES:
Para las albóndigas:
- 300 gr. de carne picada de ternera.
- 200 gr. de carne picada de cerdo.
- 3 dientes de ajo.
- 3 ramas de perejil.
- dos huevos.
- dos cucharadas de pan rallado.
- dos cucharadas de leche.
- Harina para formar las albóndigas.
- Aceite para freírlas.
- Sal.
Para la salsa:
- 1/2 cebolla.
- 1 ajo.
- 3 ramas de perejil.
- 1 hoja de laurel.
- Unas hebras de azafrán.
- Agua.
- Sal.
ELABORACIÓN:
Lo primero que hay que hacer es adobar la carne, para ello en un mortero macharemos los dientes de ajo junto con las ramas de perejil y sal, añadiremos este machado a la mezcla de los dos tipos de carne picada y dejamos reposar tapado en la nevera durante al menos una hora.
Pasado este tiempo añadimos a la carne adobada los huevos batidos junto con la leche y el pan rallado, mezclamos todo y comenzamos a formar las albóndigas. Es tan sencillo como en un vasito pequeño o una taza de café echar un poco de harina, con una cuchara cogemos una porción de carne y la metemos en el vasito, comenzaremos a mover el vaso en círculos y se irán formando las albóndigas.
En aceite caliente vamos friendo las albóndigas y echándolas a una cacerola, deben quedar doradas.
Vamos a continuar con la salsa, en esa misma aceite freímos la cebolla picada fina y el ajo entero, escurrimos del aceite y los pasamos a un mortero junto con el perejil y la sal, machamos y lo echamos en la cacerola junto con las albóndigas. También añadimos la hoja de laurel, las hebras de azafrán y por último añadimos agua hasta cubrir las albóndigas.
Ponemos el conjunto a cocer de 30-45 minutos o hasta que resulten tiernas las albóndigas, en el caso de que la salsa quede muy líquida añadimos un poco de maizena diluida en agua fría y damos un hervor. Podemos acompañarlas de muchas cosas pero para mi gusto lo que más le pega son unas patatas fritas (caseras, nada de congeladas) para mojar después en la salsa!!!
Como veis es una receta muy sencilla, tardas poco tiempo y lo mejor es que es hecho por nosotros mismos, se que soy muy pesada con el tema pero creo que los productos preparados vienen con muchos aditivos que nos podemos evitar (no están mal para una urgencia, pero solo para eso), así que yo por mi parte os animo a que esteis una hora cada día en la cocina que no supone nada y tendréis una alimentación de lo más sana.
Espero que os guste y disfrutéis de estos pequeños momentos. ¡Un besito!