jueves, 10 de julio de 2014

He vuelto...esta vez para quedarme, ¡¡Helado de limón para celebrarlo!!

¡¡¡¡HOLA!!!!

Si no es un espejismo, soy yo de nuevo que he regresado y lo mejor de todo es que ¡Es para quedarme!

Antes de nada os pido disculpa por esta ausencia que se hizo más larga de lo que esperaba, y es que las prácticas no me dejaban mucho tiempo libre, después vino el proyecto que me dejó menos aún y hasta la fecha hice dos cosas.... primero recorrerme toda la ciudad entregando currículum (ahora toca esperar y seguir buscando) y segundo descansando unos días, tomando unos días de relax que ya hacía falta!! 

Pero lo más importante es que estoy aquí y sobre todo que os traigo ¡la mejor receta del mundo mundial! Porque...¿a quien no le apetece comer helado en esta época del año? (eso que hasta hace dos días nos estábamos mojando y no era en la piscina!).

El culpable de esta receta es sin duda alguna el tiempo, con el aire que hacía por aquí comenzaron a caerse los limones del limonero de mi casa... con tanto limón que había pensé que era una pena que se terminasen poniendo malos, así que me puse manos a la obra y me decidí que la mejor manera era hacer un helado ¡¡BENDITA LA HORA EN LA QUE SE ME OCURRIÓ TAN BRILLANTE IDEA!! Porque hasta que no le vimos el fin entre todos no nos quedamos a gusto! Pero no me enredo más y paso a daros la receta que es lo que de verdad importa.

INGREDIENTES:

- 500 ml. de nata para montar.
- 50 gr. de azúcar (para la nata)
Para la crema de limón:

- 5 limones.
- 5 huevos.
- 250 gr. de azúcar.
- 100 gr. de mantequilla.

ELABORACIÓN:

En primer lugar realizamos la crema de limón poniendo en una cazuela la ralladura y el zumo de limón, los huevos y el azúcar, lo ponemos a fuego medio hasta que espese. Una vez esté más espesito lo retiramos del fuego y añadimos la mantequilla, removemos hasta que se integre bien. Lo siguiente es meterlo a la nevera para que esté bien frío.

Por otro lado montamos la nata con el azúcar. Una vez esté montada vamos añadiendo la crema de limón poco a poco con movimientos envolventes para que no se baje la nata.

Una vez hemos terminado de incorporar toda la crema, metemos la mezcla en un recipiente que tenga tapadera para poder meterlo al congelador. Lo metemos en el congelador y cada media hora o una hora lo batimos para que se forme el helado de forma homogénea y quede cremoso. Repetimos esa operación durante las 3 horas siguientes.

Una manera muy buena de comerlo es con una cama de galletas con chocolate machacadas que le da el punto crujiente, aunque cogiendo el botecillo y una cuchara está igual de rico y refrescante!




Esto ha sido todo hasta hoy pero no os vayáis muy lejos que pronto estoy con más recetas, dulces y saladas, y que os gustarán tanto como esta.

Espero que os guste y disfrutéis de estos pequeños momentos. ¡Un besito!

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