¡¡Hola!!
¿Qué tal va la semana? Yo disfrutando de estos días de calor como se puede, hidratando el cuerpo a base de agua y zumos (es muy importante), dándome algún chapuzón en la piscina y sobre todo llevando una dieta equilibrada evitando las comidas pesadas....como que no pega mucho meterse un cocido con 38ºC a la sombra la verdad...
Hoy os traigo no una, sino dos tartas que hice para unas niñas que están locas con la serie Violetta, la primera la hice para Sofía (la sobrina de mi hermana), que es un encanto de niña y una apasionada de esta actriz y cantante (bueno ella pudo disfrutar de su concierto en Madrid!). Realicé la tarta con un bizcocho de yogur y mucha Nutella, la Nutella siempre es un éxito asegurado y esta vez no fue diferente la cosa, ya que la tarta voló entre los niños (y los no tan niños). Sin duda alguna la foto de Violetta era una pasada, aunque a ella le encantó la guitarra y no quería que nadie la tocase. Os dejo unas fotos para que veáis el resultado y os hagáis una idea de por qué no quería compartir su guitarra....
La segunda tarta vino por un cúmulo de sucesos... sólo a mi se me ocurre preguntarle a mi sobrina de que quería la tarta este año (si soy la tita guay!). Pues bien yo de buena fe esperando que me pidiese una Monster High, pues bien resulta que eso esta muy pasado de moda (sigo sin entender las modas de ahora.... a mi toda mi infancia me gustó Chicho Terremoto!) y que ahora lo que más le gustaba eran los personajes de Violetta (se pasó toda la tarde hablándome de un tal León, de Franchesca, Violetta y todos sus amigos...), total, que después de horas y horas, de verme todas las fotos del mundo que existen de esta serie ¡Por fin! dimos con la que ella quería. Pero esto no se quedó ahí ni mucho menos, después de llevar con las negociaciones desde enero, me viene el reto más complicado, y es que le han detectado una serie de alergias y no puede comer casi nada de lo que habíamos hablado...total que me veo con una tarta de Violetta en la que una niña de 7 años quiere mezclar chocolate y crema de limón.
Pues me puse manos a la obra, y con una lista de todas las cosas que no podía comer me puse a investigar...
El bizcocho no había ningún problema, la crema de limón también la podía comer, pero el chocolate (que sepáis que el chocolate tiene de todo menos eso....), el chocolate me dio guerra empezando por los aceites que llevaba y terminando por las trazas de frutos secos...pero como yo no quería rendirme y si ella quería chocolate, lo tendría, pues me puse a hacer una crema de mantequilla con cacao puro en polvo que quedó de escándalo ( si alguien quiere yo le doy la receta).
Y llegó el día del ansiado cumpleaños, y debo decir, que por ver esas caras de una clase entera con una sonrisa de oreja a oreja mereció la pena investigar tanto, y sobre todo por ver la carita de Sheila que disfrutó muchísimo de su día...y así como Sofía, no dejo que nadie se acercase a su guitarra. Os dejo unas fotos para que la veáis también y seguro que os encanta.
Bueno esta ves no hubo receta, pero si dos historias de unos cumpleaños muy felices en los que se recordará la sensación que produce ver la tarta que tanto deseabas, porque al fin y al cabo los cumpleaños siempre se celebran alrededor de una tarta que será recordada para siempre.
Espero que os guste y disfrutéis de estos pequeños momentos. ¡Un besito!
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