¡¡Hola!!
¿Qué tal llevamos el viernes? Yo he terminado de decorar el stand para unos cake pops que ya os enseñare. Como os dije ayer hoy iba a venir con un plato de pollo que está buenísimo y que estoy segura que va a gustar a todos! Se trata de unas chuletas de pollo (sí habéis oído bien) que van acompañadas de una salsa muy especial. No me enrollo más que seguro que estáis deseando saber de qué va la cosa...
INGREDIENTES (6 personas):
- 6 pechugas de pollo con el hueso del ala.
- 6 lonchas de queso.
- 6 lonchas de jamón york.
- 100 gr. de mantequilla.
- 1 cucharada de aceite de oliva.
- Tomate concentrado (tomate pelado triturado, salteado en aceite y condimentado con sal y azúcar).
- Sal, pimienta, zumo de limón.
- Harina.
ELABORACIÓN:
En primer lugar damos un corte profundo en forma de cruz en la zona de arriba de la pechuga para que a la hora de freírla quede bien hecha. Salpimentamos las pechugas y le añadimos zumo de limón para qeu maceren unos 10 minutos.
Pasamos por harina las pechugas y las freímos en la mezcla del aceite y mantequilla. Les quitamos el exceso de grasa una vez cocinadas con ayuda de papel absorbente. Lo siguiente es engrasar una placa para el horno con aceite y poner las pechugas encima. Colocar encima de las pechugas una loncha de jamón y otra de queso e introducir al horno hasta que el queso esté derretido.
Acompañamos las pechugas con el tomate concentrado y como guarnición podemos poner unas patatas o unos tomates provenzal.El tomate puede servirse aparte o cubriendo la pechuga.
Como podéis ver es una receta bien sencilla, la pechuga queda bien jugosa y el tomate da la sensación de ser una mermelada con el ácido característico del tomate...simplemente buenísimo!! Esto ha sido todo por hoy, el lunes vuelvo con más recetas para que disfrutemos juntos de este verano haciendo buena comida!!
Espero que os guste y disfrutéis de estos pequeños momentos. ¡Un besito!