¡¡Hola!!
¿Qué tal ha comenzado diciembre? Con mucho frío me imagino, deseando llegar a casa y ponernos las "batamantas" con esas zapatillas de borreguito (¡¡¡que imagen más hermosa!!!). Hoy os traigo una receta algo rico y diferente, seguro que mucho de vosotros las tiráis sin saber que hacer con ellas. Se trata de las pencas, la parte blanca de las acelgas y que una vez cocidas nos puede servir para infinidad de platos (revueltos, tortillas, salteadas, etc.) y entre ellos rellenas que están buenísimas. Os dejo esta receta tan buena para que a partir de ahora disfrutéis de todas las partes de la acelga.
INGREDIENTES:
- Pencas de acelga (cocidas).
- Bechamel de jamón (textura para croquetas).
- Harina, huevo y pan rallado.
- Aceite para freír.
ELABORACIÓN:
Realizamos una bechamel (os remito a la receta de los Pimientos rellenos de bechamel para que veáis como hacerla), dejamos enfriar para poder manipularla. Cortamos las pencas al tamaño deseado para las raciones, yo en mi caso serán de unos 8 cm de lado.
Ponemos sobre una bandeja las pencas, echamos una capa de bechamel y cubrimos con otra de pencas tal y como veis en la foto.
Lo siguiente es pasar por harina, huevo y pan rallado en ese orden. Freímos hasta que estén doradas, ponemos sobre papel absorvente para evitar los excesos de grasa y terminamos sirviendo. Cuando las partimos la bechamel saldrá entre las pencas como si de una lasaña se tratase y sentiréis ese gusto de decir ¡¡Lo hice yo!!.
La receta se que es muy corta y sencilla, pero os aseguro que está riquísima y además disfrutaréis de su sabor, también es una buena manera de engañar a los niños que no les gustan las verduras diciéndoles que es una Mega-croqueta porque apenas se nota el sabor (psicología infantil, igual que se hace con el pescado...). Volveré el miércoles con alguna nueva receta (esto de tener las tardes libres me da que pensar y empezare a desarrollar mi vena creativa!!).
Espero que os guste y disfrutéis de estos pequeños momentos. ¡Un besito!
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